El tabaquismo es una de las principales causas del cáncer de pulmón. Solo el 15 por ciento de todos los pacientes con cáncer de pulmón son no fumadores. Sin embargo, otras sustancias cancerígenas, como el polvo de amianto o las sustancias radiactivas, también pueden dañar las células del tejido pulmonar y provocar la formación de tumores.
Además, las cicatrices pulmonares, que pueden resultar de una inflamación o una lesión, también pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Lo mismo sucede en casos de una predisposición heredada.
Al comienzo de la enfermedad, el cáncer de pulmón generalmente no presenta síntomas. Los primeros signos pueden ser dificultad para respirar, dolor de pecho, fatiga y tos crónica. En la etapa avanzada, las personas afectadas pierden mucho peso en poco tiempo y se produce esputo frecuente con o sin sangre. También pueden aparecer otros síntomas como dificultad para respirar, sudores nocturnos y fiebre.