“Para conservar bien un perfume, que dure y que no tenga problemas de oxidación, deberíamos conservarlos en sitios frescos y alejados de la luz directa” dice Valeros, que añade: “Siempre se ha dicho que el lugar ideal de la cosmética es el frigorífico… también el del perfume”. Lo mismo piensa Vidal: “Se puede retrasar el proceso de degradación si conservamos el perfume a baja temperatura pero quizá no sea la mejor idea mezclar los aromas de un perfume con el de otros alimentos perecederos… mejor dejar a cada uno su espacio”. Una nevera para perfumes suena como un capricho necesario que exige el lujo.