De forma resumida, los derivados del cannabis son cualquier producto producido a partir de la planta Cannabis sativa. No obstante, cuando hablamos de derivados del cannabis solemos referirnos principalmente a dos tipos concretos: el cáñamo y el CBD.
En ese sentido, el cáñamo es probablemente uno de los productos más usados en el mundo. De hecho, lleva empleándose en diferentes ámbitos desde hace cientos de años: desde la industria textil hasta la industria alimentaria, el cáñamo es una materia prima barata, sostenible y con unas características muy interesantes.
Por ejemplo, las semillas de cáñamo y la proteína que se obtiene de ellas son dos alimentos muy nutritivos aptos para todo tipo de dietas. Y están especialmente recomendadas para las dietas vegetarianas y veganas por el perfil de aminoácidos y de ácidos grasos que contienen.
Sin embargo, desde hace algunos años hablar de derivados del cannabis es mucho más que hablar de nutrición, de fibras textiles o de un producto muy resistente con el que crear otros materiales. Por el contrario, implica hablar de salud, de terapias efectivas y de alternativas para todos aquellos que quieren encontrarse bien y mejorar sus síntomas.